Are we shooting or what?!

domingo, 24 de marzo de 2013

Ensayo de una historia feliz.


Quien no quiere ser feliz?

Simona lo intentaba todos los días, pensaba en lo afortunada que era, en la gente que la amaba, en lo hermosa que era su cotidianidad, viendo solo como lejanos recuerdos los años en los que solía sufrir y llorar todas las noches hasta quedarse dormida.

Tu cuerpo y todo tu ser esta constituido por músculos y un alma, los músculos y el alma tienen memoria, cuando haces algo repetidamente por largo tiempo, te acostumbras a ello; esa era la razón por la que Simona no podía ser feliz, ni dormir por las noches si no lloraba antes. 



El final del ensayo de una historia feliz.

Entonces fue que Simona decidió intentar meditar, algo que se supone la relajaría, le permitiría controlar su mente y posiblemente despegarse de esa otra sombra que estaba encima de ella, sobre ella y dentro de ella.

La idea era bastante sencilla, cierra tus ojos, respira y deja que tu cuerpo y tu mente se desprendan de lo que sea que los tiene clavados a la realidad.

-Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, siete siete, respira profundo, siete siete siete siete –  Simona comenzó a sentir que el aire no entraba a sus pulmones, que la respiración era difícil, quiso abrir los ojos, pero no podía, su cuerpo estaba como en trance y una parte de su mente no dejaba de repetir siete siete siete siete, mientras que otra estaba en una conciencia terrorífica que le permitía ver 2 mundos al mismo tiempo; Simona grito lo mas fuerte que pudo y de pronto…. Se vio, estaba sentada sobre la alfombra de su casa, con los ojos abiertos pero la mirada vacía, intento acercarse pero no podía avanzar hacia su propio cuerpo, era como si una parte etérea de ella se hubiera formado sin permitirle hacer ninguna acción física, solo observar.

Las horas pasaban y la luz comenzó a desvanecerse, podía ver por la ventana como se diluía el dia dejándose vencer por la virilidad de la noche; la obscuridad abrazo la atmosfera y sin embargo ella podía ver claramente que su cuerpo seguía ahí, inmóvil, inerte en la misma posición, respirando delicada y pausadamente…entonces noto como unas formas etéreas, similares a la que ella tenia en ese momento, comenzaban a llenar la habitación, en algunas se formaban caras, en otras figuras lejanas a lo humano, algunas lloraban suplicantes mientras otras se reían con grotesca burla; de un segundo a otro la habitación estaba llena de esos seres que gesticulaban todo tipo de emociones pero no emitían sonido alguno y se mezclaban con la brillante oscuridad del momento.

Simona entendió lo que estaba pasando, entendió que nunca volvería a ser ella entendió que nunca volvería a tener la oportunidad de vivir su vida, cerro los ojos y se desvaneció. 

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