¿Como te cuento algo que de entrada sabes que va a terminar mal?

Por que enfrentémoslo, una persona así, como el, con una vida así, como la de el, no puede tener un buen final...

Una vecina le regalo el hámster que su hija ya no quería, el lo acogió pensando que podría ser una buena señal, que tal vez el hámster se convertiría en su mejor amigo, incluso pensó en la posibilidad de limpiar su departamento y hasta tener una mejor vida.

Al segundo día el hámster no se mostro tan amigable como esperaba, era erizo y hasta intento morderlo, al tercer día se olvido de la mascota y al quinto día se acordó del animalito cuando percibió un fétido olor que provenía del peludo cuerpecito.

No se sentía agusto viviendo en un departamento tan sucio, pero vamos! mama siempre le dijo que los hombres no limpian y tampoco podía pagar una sirvienta. Se podria pensar que debería buscarse una buena mujer, pero el no creía en las relaciones sentimentales, tal vez por que nunca había conocido a alguna mujer que se interesara en el, desde niño el espejo le dijo lo feo que era, y a el le repugnaba la idea de estar con una mujeres fea. No había salida.

La basura seguía acumulándose y era mas difícil llegar de la sala al baño esquivando papeles bolsas y cucarachas, todo era basura, hasta las hojas lanzadas bajo su puerta donde los vecinos se quejaban del olor solo provocaban mas basura.

El olor era ya insoportable, no se veian los muebles y había perdido el control de la Tv, era momento de salir, tomar aire fresco y tal vez ir por bolsas y una escoba. Como pudo se fue abriendo paso entre comida podrida y plásticos sucios, no podía encontrar la puerta del departamento, estaba perdido y no veía nada, logro llegar a la ventana, la abrió y salió por ella..…olvidando que vivía en un octavo piso.