El siendo el unico hombre tuvo que salir a buscar trabajo para mantener a las dos. Trabajaba aquí y halla en lo que saliera al paso, mandaba dinero a la casa y le quedaba para darse sus vueltas a los bailes, en uno de esos bailes vivió lo que después se convertiría en una de sus historias favoritas.
Estaba ya entrada la noche, muchos estaban borrachos y otros bien puestos baile y baile, en esas estaban cuando llego chico Arteaga, un tipo chaparrito y enjuto pero muy bravo, chico Arteaga andaba bien emputado y de un solo agarro a Juan por el cuello y le puso pelea, la gente empezó a correr, las muchachas a gritar y en un abrir y cerrar de ojos, la cabeza de Juan volaba por el aire, cayendo al suelo justo a los pies de Aureliano que con asombro veía como la cabeza del Juan le hacia unos gestos horribles. Cosa del diablo, decía Aureliano.